Surgió hace poco más de un año de la nada, como una idea loca, en plena etapa de exámenes finales. Cuentan Tomás Rodríguez e Ignasi Novella, estudiantes de ADE y Economía en la Universitat Abat Oliba CEU (UAO CEU), que fue en esos momentos de descanso de tanto estudio cuando empezaron a ver publicaciones en redes sociales de la UniRaid 2024, que se estaba disputando por ese entonces en el Sáhara. “¿A que nos apuntamos para el año que viene?”, se dijeron el uno al otro. Y así fue como empezó, de la nada y sin mucha planificación previa, pero con la convicción de hacerlo realidad.
“En una frase, se puede definir como un reto personal y una aventura solidaria”, afirma Tomás. UniRaid es un rally solidario, que tiene lugar todos los años entre febrero y marzo en el desierto de Marruecos. Este año fue del 8 hasta el 15 de febrero. Partiendo desde Tánger, donde también finaliza la experiencia, consiste recorrer durante una semana entera una ruta de casi 3.000 km. Combinando la conducción por carreteras de montaña, pistas, arena y dunas, el recorrido atraviesa parte de las antiguas rutas de París-Dakar y cruza dos veces el Atlas.

El reto pasa por superar 6 etapas solamente con un ‘roadbook’ (un libro con indicaciones puntuales sobre las características, puntos de referencia y obstáculos del trayecto), un mapa y una brújula. Nada de Google Maps. A bordo de un coche de más de 15 años de antigüedad hay que superar los obstáculos naturales y las diversas pruebas de estrategia y habilidad propuestas por la organización. Pero, por sobre todas las cosas, la misión esencial es solidaria. A lo largo de todo el recorrido, los equipos se van encontrando con niños, adultos y familias enteras en las pequeñas aldeas por las que pasan para repartirles el material, de todo tipo, que traen para ellos.
La implicación de la UAO CEU
Para Tomás e Ignasi, Marruecos fue la guinda del pastel, porque la UniRaid no empezó el 8 de febrero, sino mucho antes. Además de conseguir un coche y ponerlo a punto, con todo lo que eso implica, encontrar patrocinadores fue otro reto desafiante de esta fase previa. “Como estudiantes de ADE, nos hemos tomado esta experiencia como un reto de emprendedores. El coche es tu marca y tienes que venderle el proyecto a empresas que puedan apoyarte económicamente para realizarlo.”, cuentan los alumnos, dejando en claro que la experiencia, en definitiva, es un proyecto en sí mismo. El enfoque principal no pasa por el rally en sí, sino por la solidaridad. “Este proyecto se plantea como un voluntariado, porque es una forma de ayudar a personas que lo necesitan fuera de nuestras fronteras.”, destaca Tomás.
El primer paso fue hablar con la vicerrectora de Estudiantes de la Universitat Abat Oliba CEU, Laura Amado, para conseguir el apoyo de la universidad, que no dudó en acompañar esta iniciativa. “Cualquier actividad que planteen los estudiantes que suponga un enriquecimiento para su desarrollo personal y su formación la apoyamos, tanto económicamente como dando visibilidad.”, explica Amado. UniRaid es una cuestión de valores. Valores que se alinean en su totalidad con los que busca promover la UAO CEU, como el emprendimiento, el trabajo en equipo y la resiliencia.

La Universitat Abat Oliba CEU no se implicó en la participación de ambos estudiantes en esta experiencia dando solamente apoyo institucional, sino también mediante la colaboración activa de muchos de sus estudiantes. Gracias al apoyo de la ONG Ilusiones Solidarias y a la campaña de difusión hecha por la universidad en redes sociales y exponiendo el coche de los chicos en la entrada del edificio principal, se lograron reunir 120 kg de material solidario (ropa, juguetes, material escolar, etc.) para donar a lo largo del recorrido. Además de la UAO CEU, las empresa de servicios Waitser y la líder en aislamiento térmico Ursa, también contribuyeron para hacer posible esta aventura solidaria.
Una experiencia transformadora
Una vez inicia la UniRaid en Marruecos, no todo es tan fácil como parece. Si bien la primera etapa puede ser asequible, a partir de la segunda se empieza a complicar. Encallarse en la arena se vuelve frecuente. “Cuando empiezas el día no sabes cuántas horas vas a estar porque no sabes cómo va a ir”, explica Ignasi. Por eso, la organización de UniRaid exige a los equipos ir en grupos de tres coches, al menos. A partir de aquí, el compañerismo y el trabajo en equipo se convierten en valores esenciales para continuar la marcha.
En general, las personas que habitan en las zonas por las que pasa el rally necesitan cosas cotidianas, sin embargo, por medio de la organización o de la propia experiencia uno puede detectar otras, más concretas. Gracias a esto, por ejemplo, un equipo consiguió llevar placas solares para instalarlas en un colegio. “Produce mucha alegría ver lo contentos que se ponen los niños y sus familias. A veces hace falta salir de nuestra zona de confort, porque hay mucha gente que necesita nuestra ayuda.”, reconocen Tomás e Ignasi.
Ver el vídeo-resumen (Instagram) de UniRaid 2025 aquí.
Según Laura Amado, la UAO CEU es partidaria de seguir promoviendo la participación de sus alumnos de cara a próximas ediciones, por lo transversal que es esta experiencia a nivel humano. Porque más que una travesía por el desierto, una UniRaid representa un viaje de aprendizaje y valores, donde la superación personal, la solidaridad y la cooperación se convierten en el verdadero motor de esta gran aventura.